Patricio Tapia Sin duda hubo otros grandes editores -afirma Pierre Assouline en su biografía de Gaston Gallimard-, pero de los que se aventuraron a comienzos del siglo XX fue el único que al final de su vida pudo, hojeando su catálogo, decir: "La literatura francesa soy yo".Hay que reconocerlo: Gallimard -la editorial célebre por sus autores prestigiosos, sus descubrimientos y sus colecciones- se confunde efectivamente con la literatura francesa. Pero no sólo con ella, pues también ha sido la valedora de parte importante de la literatura extranjera de calidad en Francia.Gallimard ha apostado por una visión de largo plazo y una confianza en la duración, lo que le ha permitido atravesar el siglo, sobrevivir a las dos Guerras Mundiales, e incluso en las situaciones más críticas y complejas, ha optado por privilegiar la literatura o el estilo antes que las ideologías, logrando...