GASPAR RAMÍREZ Dejar el país por trabajo (o por falta de), por dinero, por educación, por persecución política, para encontrarse a uno mismo o para huir de uno mismo. Migrar. Palabra de moda que suena a amenaza en el Estados Unidos hipotético de Donald Trump, y a esperanza de remesas y de un futuro mejor en gran parte de la tierra al sur del río Bravo.Pero las migraciones americanas no son solo norte-sur: También son sur-norte, este-oeste, transatlánticas, transpacíficas. Y todas, o muchas de ellas, con su correspondiente relato literario en un continente que está en movimiento. Novelas y cuentos de peruanos en Noruega, argentinos en Berlín, cubanos en Florida, salvadoreños en el DF o centroamericanos en el sur de México."Le narró historias de migrantes crucificados en postes de luz, cuerpos sin cabeza, cabezas sin lengua y dedos sin falange, mujeres que les habían...