Por Camilo Marks Hay ciudades en las que la gente puede no haber estado nunca, pero reconoce de inmediato: París, Roma, Londres, Atenas, Río de Janeiro y varias más. Sin embargo, en el siglo XX y en lo que va corrido del actual, no existe una sola metrópolis que haya sido tan fotografiada, tantas veces filmada, en tantas oportunidades la protagonista de obras literarias como sucede con Nueva York. Desde Whitman, Melville, Dos Passos, Scott Fitzgerald, Dreiser, hasta Salinger, Doctorow, Auster, Mailer, Roth, la más importante ciudad norteamericana ha dejado una huella indeleble en sus libros. En ellos paseamos por los lugares más conocidos y nos adentramos en rincones que nadie tiene idea dónde están, ya que los novelistas neoyorquinos, con la típica soberbia de quien se siente viviendo en el ombligo del mundo, dan por sentado que su territorio es universal. La generación que...