Patricio Tapia Hacia 1939, antes de que Gabriela Mistral recibiera el Premio Nobel, la "campaña" a su favor contempló que el gobierno chileno costeara traducciones de su obra -al francés y también al sueco, por Hjalmar Gullberg- para que pudiera ser conocida por los miembros de la Academia. Según la propia autora, tales traducciones habrían sido esenciales para conseguirlo. Cuando Gabriela Mistral viajó a Suecia a recoger el premio, en 1945, conoció al escritor Artur Lundkvist, quien al año siguiente viajaría por Latinoamérica y conocería, entre otros, a Borges y a Neruda. Poco después, hacia 1950, Lundkvist comenzó a pedir, en artículos, un Nobel para Pablo Neruda, complementando su petición con una amplia traducción de la obra del chileno en años posteriores, ayudando a difundir su poesía. Lundkvist llegaría a ser miembro de la Academia Sueca en 1968 y se dice que...