Pedro Pablo Guerrero "He podido leer..., con asombro considerable bien cercano a la admiración, Cosecha roja , de Dashiell Hammett", apunta André Gide en su Diario el 12 de junio de 1942. Hay, eso sí, un resto de pudor en las elogiosas y frecuentes anotaciones que le dedica el autor francés a su colega norteamericano. "Gide casi admira, sin atreverse a reconocerlo, la novela", observaría el poeta español Luis Cernuda en el obituario que le dedicó a Hammett en 1961. Cernuda fue también, como su par chileno Pablo Neruda, un entusiasta lector de novela policial. Y ninguno de los dos tuvo los escrúpulos de Gide.En apenas unas décadas, el género que nació durante los años de la ley seca y la Gran Depresión, en revistas de papel barato (pulp fiction ) como Black Mask, conquistó el favor de los escritores "serios" y de la academia. Un crítico tan prestigioso como Malcolm...