| Ver más »
Por Elizabeth Subercaseaux
Los automóviles eran una novedad. La mayoría de la gente viajaba a caballo o en tren. La vida transcurría simplemente: levantarse cuando clareaba el día, trabajar en el campo o en la tienda, regresar a la hora de la cena, copuchar con los vecinos, acostarse temprano. El mundo giraba en torno a la familia, los amigos y la odisea de Estados Unidos, que se iba haciendo rico y caminaba a trancos largos hacia el cumplimiento de su sueño. Tal era el país en que nació Ronald Reagan, el 6 de febrero de 1911.
Llegó al mundo en una casa con problemas. La pobreza era el primero, luego venía el alcoholismo del padre y el contrasentido que significaba aquella familia católica y demócrata hasta los huesos, en medio de la mayoría protestante y republicana en Dixon, Illinois. Quien iba a decir que ese niño, Dutch como lo llamó su padre por su pinta de...