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"Franco+Bonisolli"

Galina Vishnevskaya, la voz de las estepas rusas

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POR Juan Antonio Muñoz H. Galina Vishnevskaya (1926-2012) partió el 11 de diciembre dejando tras sí una carrera espléndida y especial, y una historia conmovedora. Gran cantante e intérprete, dueña de un temperamento que no se amilanó ni ante Stalin, en 1984 escribió un libro de memorias que es un imperdible (publicado en español por Javier Vergara editores). Viuda del cellista y director Mstislav Rostropovich, tuvo con él dos hijas, Olga y Elena.Tras la Segunda Guerra Mundial, Benjamin Britten compuso su "War Requiem" (Réquiem de Guerra) pensando en que la partitura reforzara el tema de la reconciliación europea. Así, el músico escogió como solistas para el estreno en Coventry al tenor Peter Pears, por Inglaterra; al barítono Dietrich Fischer-Dieskau, por Alemania, y a la soprano Galina Vishnevskaya, por la Unión Soviética. Pero los soviéticos negaron el permiso...

Para recordar...

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Así están ahoraCristina Deutekom (1931). Adorada por el público chileno, la soprano holandesa vino por primera vez en 1978 para "Lucia di Lammermoor" (Donizetti) y volvió para "El Trovador" (Verdi), "Los Puritanos" (Bellini) y "Nabucco" (Verdi). Su prodigiosa coloratura lució especialmente en la Reina de la Noche de "La Flauta Mágica" (Mozart), que grabó bajo la batuta de George Solti. Hay excelentes grabaciones suyas de óperas del Verdi temprano como "I Lombardi" y "Attila" (Philips), pero también muchos registros en vivo, como un álbum dedicado a fragmentos de "I Masnadieri" y "Attila" donde comparece junto a dos directores de orquesta que también actuaron en Chile: Anton Guadagno y Michelangelo Veltri (Gala Import) .Mignon Dunn (1931). Esta intensa mezzo estadounidense llegó a cantar 653 funciones en el gran coliseo neoyorquino. En Chile interpretó "Carmen" (Bizet) en...

PUCCINI

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Este registro de 1976 es un viejo favorito y DG acierta al reeditarlo este año. El equipo es excelente y diferente. No podemos decir que todo esté impecable, pero es de esas "Tosca" que uno quisiera ver en escena: ahí sería sin duda la mejor de la experiencia. Mstislav Rostropovich se lanza con reciedumbre sobre la partitura, pero jamás abusa del efecto. Utiliza todo lo que puede para sobrecoger y ser elocuente -sforzando, insistencia en ciertas líneas, progresión determinada- pero también descubre el lirismo que suele pasar inadvertido y da cuenta de las atmósferas y del cambiante estado de ánimo de los personajes. Lidera la fiesta la extraordinaria Galina Vishnevskaya, a quien es tan difícil escuchar en el repertorio italiano. Y su Floria Tosca es magnífica por capacidad vocal y por carácter. Un torbellino de pasión y violencia que perturba. Desde su entrada ansiosa...
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