Por Antonio Martínez Esta nueva versión de "Conan el Bárbaro" (1982) es fiel al género de la magia y la espada. Por lo tanto es una mezcla de cuento oriental, leyenda medieval, mito griego, historia vikinga, monstruo prehistórico y lo que haga falta.En el inicio, la voz en off de Morgan Freeman relata lo que es costumbre en muchas de estas películas: la descripción de una mitología ancestral de dioses, culturas y tribus, cuyas raíces vastas y charlatanas son descritas con voz seria, pomposa y engolada.En esto radica la gracia del género precisamente: películas donde la imaginación no conoce fronteras, y las historias venden pomadas y espejitos, como si se tratara de pócimas y diamantes.La actual Conan, como la antigua, son lo que son: historietas tontorronas y sin dobleces para el consumo de las galerías y las tribunas del coliseo.En la primera película los padres del...