Martina Salvo Hasta principios de 2000, los chilenos conocían las avellanas europeas sólo en los chocolates. Prácticamente no había árboles de esta especie en los campos, al menos no a nivel comercial. Sin embargo, por esos años Ferrero, el fabricante de chocolates, les propuso a los chilenos que los plantaran, que en el país estaban las condiciones para obtener un buen resultado, y ofrecía comprar la producción. Así, el año 2002, Chile exportó 21 toneladas de avellanas europeas. Desde entonces el escenario se ha multiplicado en dos ceros. Las cifras de 2009 indican que los envíos llegaron a 2.800 toneladas. Si el ritmo se mantiene, en 2020 el país podría convertirse en el tercer abastecedor mundial.En la última década la superficie de avellanos europeos en el país se incrementó de 1.000 a 10.000 hectáreas, y de exportar US$ 51.063 el 2002, se llegó a los US$...