José Promis Los relatos de Juan Mihovilovich (Punta Arenas, 1951) se sitúan en las antípodas de la narración fresca, ágil, liviana y superficial. Sus textos constituyen un estímulo para ese tipo de lectura que exige atención e interés casi arqueológicos: hay que descifrar las laberínticas imágenes con que este escritor representa el tema que reaparece obsesivamente en sus relatos: el carácter contradictorio, reversible e inextricable de la existencia individual inserta en un lugar preciso del tiempo y el espacio. En el mundo de tonos claroscuros que Juan Mihovilovich ha venido construyendo a lo largo de tres décadas -aunque con períodos de silencio entremedio-, la culpa es uno de los motivos que destaca de manera más sobresaliente. Quizás obedece a la influencia que su condición de juez, responsabilidad que desempeña paralelamente a su actividad de escritor, ejerce en...