DANIELA SILVA ASTORGA Los hitos, las paradojas, la brutalidad, una política abatida, el silencio, una cultura efervescente y, luego, autocensurada. Todo, hasta lo más nimio del día a día, reafirmaba que los años 70 eran sinónimo de convulsión. Algo se podía vaticinar para los 80, aunque lo más seguro era pensar en una nebulosa. Un contexto tan envolvente, que los artistas cambiaron de giro. "Su característica más representativa en los años 60, e incluso antes, era el compromiso con su obra. Pero en ese entonces pasaron a ser artistas involucrados. Sin opción", comenta el director del Museo de Arte Contemporáneo (MAC), Francisco Brugnoli, citando las definiciones del filósofo Patricio Marchant. Las preguntas sobre la pintura, que habían instalado los Grupos Rectángulo y Signo, se replegaron ante una nueva fuerza creativa e imbatible. Aparecieron trabajos de materiales...