Noelia Zunino En París, a mediados del siglo XIX, un mago le pide a una señora un pañuelo, el cual hace desaparecer. Luego, de un árbol brotan naranjas y dentro de una de ellas está el pañuelo que es desplegado por mariposas. El truco, El Naranjo Maravilloso, es famoso hasta hoy y le dio a su autor, el francés Robert Houdin, el título de padre de la magia moderna.Dos siglos después en Santiago, el mago chileno Juan Esteban Varela también quiere sorprender. Una luz en su mano se transforma en semilla, cobra vida y en una pantalla gigante crece un árbol de naranjas, algunas de las cuales terminan en su mano. Entre medio llegan pájaros; barajas de cartas se transforman en plumas virtuales y el truco termina con un final que nada tiene que envidiarle al de Houdin.Es parte del espectáculo "El árbol de naranjas", el cual se presentará a partir de hoy, y durante todo octubre,...