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Por Margarita Serrano
Las fotos de la "Teté" estaban en todas las portadas de diarios y revistas, ese año de 1963. Era un rostro joven y hasta dulce el que empapeló los quioscos de un Chile todavía sin televisión, que quedó horrorizado frente al crimen de la niñera de 23 años que había envenenado a las tres guaguas que ella misma cuidaba, una tras otra, en dos años, poniéndole estricnina en sus mamaderas. Y como si eso fuera poco, también había molido una de las tabletas letales para ponérsela en cantidades menores a la jalea que comía la abuela de los niños y que también vivía en esa casona en Buin. Al final también la mató, después de agonías inexplicables durante los tres años.
El escándalo explotó los primeros días de noviembre del 63. El doctor Sergio España y su mujer, Magaly Ramírez, se habían quedado solos en la casa, solos con la empleada Teresa...