Daniela Silva Astorga Adiós Belle Époque , corsé a la basura. Termina la crudísima Primera Guerra y las mujeres son sinónimo de cambio. Salen a trabajar y ¡cómo hacerlo con trajes sobrecargados o "ahogadas" por tener una cintura de avispa! Acto seguido: más basta para las faldas (apenas tapaban las rodillas) y pelo corto, sin peinados estrambóticos. Eso, sólo en un primer vistazo. Al segundo se nota, más allá de la apariencia, cómo empezaron a dar pasos largos, acercándose a la libertad y a un trato más parecido al de los hombres. Así era en Europa. Acá más bien se notó sólo la forma. "En Chile se imitaron los modales de aceptación social: tenidas, lenguajes, fiestas... Pero ojo, las señoras recién tuvieron derecho a voto en 1952. Hay que tener mucho cuidado, no se puede decir que a este país llegó la influencia completa del viejo continente", sostiene María...