Cristián M. González S. Apenas quince meses después de la partida de Felipe Cruzat, el niño que murió esperando un trasplante de corazón, su familia ha vuelto al Hospital Clínico de la U. Católica, esta vez para acompañar a José (16), el mayor de los hijos, quien esta mañana será sometido a un procedimiento para corregir una insuficiencia cardíaca.El procedimiento consiste en la implantación de un desfibrilador con resincronizador, dispositivo que tiene como propósito evitar arritmias y prevenir complicaciones cardíacas, como una eventual muerte súbita.Aunque José usaba un marcapasos desde hace tres años, un chequeo de rutina realizado el 17 de junio mostró una falla importante en su función ventricular. "Esto nos tomó por sorpresa", cuenta su padre, Gonzalo Cruzat.En buenas condicionesLuego que Felipe sufriera un primer infarto, se hicieron exámenes a sus dos...