Juan Rodríguez M. Dios se le apareció como un rayo. El 2 de julio de 1505, el estudiante de Derecho Martín Luder regresaba de visitar a sus padres, en Mansfeld, Alemania, cuando se vio en medio de una tormenta. Cayó un rayo que lo hizo tirarse al suelo, espantado, y decir: "Ayúdame, santa Ana, y me haré monje". Dos semanas después, contra la voluntad de su padre, el hombre que llegaría a ser conocido como Lutero celebró junto con sus amigos la despedida del mundo: "¡Hoy me veis, y ya nunca más!", les dijo, y desapareció tras los muros del monasterio agustino de Efurt.El hecho está relatado en "Martín Lutero. Vida, mundo, palabra" (Trotta), la biografía más reciente en español sobre el reformador alemán, escrita por Thomas Kaufmann, catedrático de Historia de la Iglesia de la Universidad de Gotinga. Según señala el autor, que el futuro monje se resistiera a los...