Inés Icaza Es una escena que se repite todos los años en prácticamente todos los colegios. Llegan los padres el primer día de clases, con la mochila del niño, se la abren, le sacan los cuadernos, se despiden como si no los fueran a ver más, y dejan con los profesores sus teléfonos insistiendo que por favor no olviden llamarlos ante el más mínimo incidente. Escena que puede ser entendible el primer día de clases, pero que se repite, a veces hasta bien entrado el año escolar, y aunque cueste creerlo, es muy común en cursos más grandes.Los niños, al ver la aprensión de sus papás, lloran por que deben separarse, haciendo más difícil un proceso que si bien a veces puede ser duro, no sólo es necesario sino sano para los pequeños.La situación se repite en distintos grados, pero en todos los cursos: "Mamás que llaman a otras para resolver peleas que sus hijos tuvieron en...