por Josefina Licitra, Fotos Alejandro Guyot El pasado 27 de noviembre, Miguel Ángel Lunghi, intendente de Tandil, una ciudad turística ubicada en el centro de la provincia de Buenos Aires, 350 kilómetros al sur de la capital, miró la final de la Copa Davis por gusto personal, pero sobre todo por obligación política. Si la serie terminaba con una victoria argentina -e incluso si no lo hacía-, Lunghi tendría que atender a la prensa para hablar de Juan Martín del Potro, figura máxima del tenis local y, desde hace ya unos años, una suerte de prócer de Tandil, el terruño donde nació, creció y se formó, y donde todavía vive cuando no anda compitiendo por el mundo.-Viste que los argentinos somos exitistas: ahora todo el mundo te habla de tenis -dice Lunghi-. Así que los partidos los veo enteros, pero nunca en un mismo lugar, porque son kilométricos, duran varias horas. A...