Texto, Paula Donoso Barros Fotografías, Sergio Alfonso López Las ciudades de Astrid son caóticas, saturadas, repletas de imagen e información y, sin embargo, no provocan la angustia de una ciudad congestionada; tal vez porque son coloridas y no han perdido su aire alegre. O tal vez el dato esté en que Astrid Fuchslocher no pretende hacer una crítica censuradora con sus collages, sino proponer una mirada con menos condescendencia a los mundos cosmopolitas, a las aglomeraciones de gente y a la hiperestimulación con que vivimos a diario. Es una perspectiva desde todas las lecturas, dice la artista de la Universidad Católica, a la que llega valiéndose de mil elementos, que pueden o no ser parte del paisaje urbano y que a su vez mezcla con relojes, con señalética, con palabras sueltas, rara vez una frase completa, para provocar reflexión. "Prefiero que la gente saque sus...