Erika Lüters Gamboa En un encuentro conmovedor, donde hubo pocas palabras pero sí muchos gestos, miradas y lágrimas, el Papa Francisco recibió a 16 integrantes de la perseguida minoría musulmana rohingya, protagonista de una de las crisis de refugiados más graves de las últimas décadas en Asia. Durante la cita, el Pontífice les pidió perdón por los tormentos vividos y por la indiferencia del mundo ante ese sufrimiento.En una muestra pública de solidaridad, el Pontífice los saludó, los tomó de las manos, los bendijo y conoció de primera mano testimonios de los delitos por los cuales Naciones Unidas acusa a Myanmar de estar llevando a cabo una "limpieza étnica" contra esa minoría."La presencia de Dios hoy se llama también rohingya", dijo Francisco, quien durante su visita a Myanmar esta semana se abstuvo de identificar por su nombre a esos refugiados, tanto por una...