Texto, Soledad Salgado S. Fotografías, Carla Pinilla G. Cuando Pilar Silva decidió trasladarse a vivir con su familia a la Comunidad Ecológica de Peñalolén, una prima de su marido le advirtió que, como arquitecta y dado el contexto urbano, debía construirse una casa con tierra. "Interesante desafío", pensó. Como poco y nada sabía al respecto, partió a la Fundación Jofré a hablar con Marcelo Cortés, uno de los profesionales con más trayectoria trabajando con este material. Fue allí donde vio por primera vez a la arquitecta portuguesa Patricia Marchante. Era la primera sintonía de intereses que un tiempo más tarde las llevaría a convertirse en socias. Pilar finalmente se lanzó sola a la aventura de proyectar su casa -con tan buenos resultados que estuvo expuesta en la Bienal- y volvió a encontrarse con Patricia, pero esta vez como vecinas en Peñalolén. Un par de...