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Ingrid Lorena Gatica Guzmán
En diciembre solicité en el BancoEstado reprogramar un crédito hipotecario. En 1994, cuando compramos con mi marido un departamento en Vitacura, él como profesional tenía una buena renta. Debido a sus negocios, decidió ponerlo a nombre mío para cautelar el patrimonio. Presentamos rentas compartidas y no tuvimos problemas. Pero en 1996 le descubrieron un cáncer linfático terminal, con lo cual todo se derrumbó y comenzamos con quimioterapias, exámenes de laboratorio, remedios, etcétera. El subgerente correspondiente me autorizó a derivar algunos dividendos para el final del crédito. Mi marido, finalmente, falleció en 1999 y, pasado un año, me vi en la necesidad de pedir la reprogramación mencionada de las cuotas de $700.000 mensuales, para lo cual pidieron un montón de papeles, y me tuvieron esperando durante siete meses, dándome una...