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M. ANGÉLICA PÉREZ FERRADA. Desde París, Francia
El café La Brioche Dorée, en el N° 78 de la Avenue des Champs Elisées, es uno de los sitios siempre repletos.
A pocos metros de distancia, una interminable sucesión de tiendas y galerías comerciales -Louis Vuitton, Kenzo y Sephora- son un fiel retrato del alma francesa: ir de compras bien vale la pena si el resultado es un artículo elegante y de buen gusto.
Perfumes, carteras o las esculturas de Salvador Dalí que se exhiben en los Champs Elisées son los más demandados. El lujo es parte de su cultura y aunque la mayoría recurre a los cafés o los bistrots - nombre que recibieron los bares de Montmartre a partir de 1814, cuando las fuerzas rusas exigían que les sirvieran con rapidez bebidas alcohólicas para no ser sorprendidas en el acto- , no es raro consumir en estos lugares comidas tan excelentes como en el mejor de...