Sara Bertrand El único requisito exigido por los organizadores de la Furia del Libro, que este año se realizará en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC), es la independencia. Por eso no caben las editoriales de corte religioso, político o económico, por muy chicas que sean. El credo, dice su primer impulsor, el poeta y editor de Cuneta, Galo Ghigliotto, debe ser la oposición a la cultura de masas y el amor apasionado a la literatura. Porque la Furia, asegura Luis Cruz, uno de los creadores de Libros de Mentira, es un lugar de resistencia de los románticos de los libros, aquellos que ven el ejercicio de la publicación y la lectura como una actividad capital del espíritu humano.No cobran entrada sino un aporte voluntario. Tampoco exigen pago a las editoriales que participan, aunque a veces es necesario pedirles una colaboración. Y la oferta de libros es mayoritariamente...