KATHERINE AEDO A. FOTOGRAFÍAS , YASNA KELLY Con su abuelo, Lautaro Moya, propietario del conocido Haras Pelequén, Fernando Rodríguez aprendió a querer la tierra, las tradiciones y principalmente a los caballos. En el fundo "La Vega", ubicado en el sector de Lagunillas del Valle de Casablanca, supo de huasos, de la crianza de los finasangre y descubrió que esa era la vida que quería. Así, cuando heredó el campo, se puso a trabajar en familia para concretar uno de sus principales proyectos: Puro Caballo, un centro turístico que rescata y difunde las costumbres nacionales.A poco más de una hora de Santiago, Fernando y su señora, Andrea Rebolledo, reciben a quienes quieran experimentar la chilenidad. Un restaurante con platos típicos, puestos de artesanía, un criadero de caballos chilenos, cabalgatas, catas de vinos y un show ecuestre con movimiento de riendas son parte de la...