No hay primera sin segunda. Ni tercera. En 2008 amenazó con demandar a la Royal Academy of Arts (Londres), por ser el propietario de varias obras que exhibe la galería, y en 2009 acusó a la U. de Yale por poseer un cuadro de Van Gogh, en teoría, suyo. Esa es la historia reciente de Pierre Konowaloff, bisnieto y heredero del ruso Ivan Morozov, un magnate que logró conservar 300 obras de autores como Cezánne.Ahora le tocó al Metropolitan de Nueva York. Konowaloff lo demandó por atesorar "Madame Cezánne en el conservatorio" (1891), una obra que habría sido robada de la casa de Morozov, luego de la revolución bolchevique. Quiere que le entreguen la pintura y una compensación económica. Pero la institución aseguró haber adquirido el retrato como un legado de Stephen Clark, en 1960. El caso no está...