Javier Piñeiro Dávila Enviado especial a Johannesburgo Fútbol, sol, cerveza y mujeres atractivas por los cuatro costados. ¿Puede un hombre aburrirse? Si se es un observador imparcial, y se trata del primer tiempo de Holanda-Dinamarca, tiene todas las posibilidades.Y las culpas fueron compartidas: los naranjas (que reservaron al lastimado Arjen Robben) tuvieron el control de la pelota, pero no profundizaron, mientras que los albirrojos cerraron todos los caminos con cinco hombres en el fondo. Un tesoro para los nórdicos, pero que se esfumaría...Porque todo cambió en el segundo tiempo. Primero por una desgracia: el autogol de Simon Poulsen, tras un centro desde la izquierda. Y luego por la insistencia holandesa: el tanto de Dirk Kuyt, quien aprovechó un rebote.Sin Nicklas Bendtner, quien llegó maltrecho al encuentro y debió ser reemplazado, Dinamarca se limitó a inofensivos...