Gabriel Pardo Ya parecía olvidado. El caso Inverlink, que estalló en 2003 y significó uno de los escándalos que remecieron a la administración del Presidente Ricardo Lagos, ya no está presente en ningún debate público.Pero hoy, discretamente, es uno de los temas en los que el gobierno de Piñera está concentrado a través de Corfo, una de las principales instituciones afectadas en términos de patrimonio tras el caso.La teoría del jarrón y la arista inconclusaPocos recuerdan que todo comenzó en febrero de 2003, cuando se detectó una fuga de información desde el correo electrónico del entonces presidente del Banco Central, Carlos Massad. La autora era nada menos que una de sus secretarias, Pamela Andrada, quien secretamente filtraba informes al gerente de Inverlink Corredores de Bolsa, Enzo Bertinelli.Ese fue el comienzo de una polémica que creció sin parar ese año. A...