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ALEJANDRO MANRÍQUEZ HERRERA
Restaurar un Rolls Royce de los años '60 o un Porsche de los '70, o cualquier auto clásico es un tarea compleja.
Se trata de verdaderas joyas, por lo que una labor de reparación puede demorar hasta dos años y medio - dependiendo del modelo- y ocupar cientos de horas de trabajo de artesanos calificados.
"Hay que partir por desarmar y desmontar el vehículo, levantar un inventario de cada pieza faltante y viajar a distintas partes del mundo a comprar o a mandar a fabricar el repuesto faltante", explica Jorge Argomedo, del taller de restauración Argomedo Performance, uno de los pocos que realizan esta labor en el país.
La idea, explica, es satisfacer los anhelos de los exigentes fanáticos chilenos que se atreven a buscar y desempolvar autos antiguos y rescatarlos del paso de los años para que vuelvan a rodar con clase por las calles de...