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LONDRES.- El ministro de Defensa británico Liam Fox dimitió este viernes por haber mezclado su labor profesional con su vida privada, cediendo finalmente a la presión de la opinión pública, según informó hoy su ministerio en Londres.
Fox presentó su renuncia al primer ministro, David Cameron, por escrito y por teléfono, después de que se conociera que había permitido a su amigo Adam Werritty presenciar sus conversaciones sobre temas de Estado y, al parecer, también le dio algunos encargos.
El ya ex ministro admitió haber errado al "confundir los intereses personales con su actividad en el gobierno", según escribió en su carta de dimisión al primer ministro.
Cameron aseguró lamentar profundamente la dimisión pero añadió que "entiende las razones" y destacó además su "excelente labor" como ministro. "Hemos trabajados seis años juntos", añadió. El...
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Andrew Murgatroyd era un joven de 21 años alistado en la Armada británica y no perdió la vida en combate, sino en el bar de los cuarteles, donde él y sus compañeros estaban celebrando su traslado a una nueva base.
Entonces tuvieron la loca idea de mezclar el contenido de todas las botellas alcohólicas, en una mezcla a la que llaman "top shelf", con la que sirvieron cortitos de trago entre todos los compañeros.
Andrew no tenía costumbre de beber, pero en esta ocasión dejó de lado su costumbre y tomó 16 cortos en solamente 30 minutos. Con el último se desmayó, lo llevaron a la cama y allí se ahogó con su propio vómito.
No era la primera vez que Andrew tenía una mala experiencia con el alcohol, pues en febrero sus compañeros le forzaron a beber en una fiesta, donde también se desmayó y se lo llevaron a su casa.
Lo que aparentemente no sabían ni sus compañeros ni...
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por Javier Fuica del Campo, desde Jordania
fotografías de Marco Gatica
Un bedoul de dientes negros quiere darme 25 dinares a cambio de mi reloj. Le digo que va a salir perdiendo, pero él me sonríe con su opaca dentadura e indica hacia mis pies. Ahora quiere mis zapatillas. La tienda de pelo de camello de Hamoudi, que así se llama el bedoul, huele a café con cardamomo y también, un poco, a hachís. En la entrada hay dos grandes fotografías, una de Hussein (el monarca de Jordania que falleció el año pasado) y otra de Abdullá (el hijo de éste y actual rey). Adentro, el suelo está cubierto de alfombras y junto a un fogón hay varias pipas de agua esperando a los turistas.
Había entrado a lo de Hamoudi para comprar una botella de agua, algo que parecía sencillo. Parecía, porque llevo un buen rato y todavía no puedo hacer mi pedido. El bedoul no ha parado de hacerme ofertas...
