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Desde Washington, D.C. / Texto, Analya Céspedes
Un rascacielos que todavía no termina de construirse es por estos días, el edificio más comentado de Nueva York. Y no es sólo por su bella piel de vidrio, repleta de escamas triangulares, que ya impresiona a quienes la divisan en los alrededores del Columbus Circle. También es porque le permite a Norman Foster, el arquitecto inglés que ya ha puesto su firma en obras célebres de Londres, Berlín, Sidney, Hong Kong, Madrid y Frankfurt, saldar una deuda pendiente y dejar su marca en la silueta de Manhattan.
Pero la Torre Hearst también hará historia en otros frentes. El 11 de febrero pasado, cuando se celebró el término de los trabajos para levantar su estructura de acero, se anunció que el edificio de 46 pisos es el primero en la ciudad que logra alcanzar el "Gold Rating", el segundo estándar más alto en la escala "LEED"...