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CAROLINA ANDONIE DRACOS
Ni gringa ni mexicana, la chicana es por definición una literatura de fusiones. Sus integrantes son hijos de inmigrantes aztecas residentes en Estados Unidos: rostros morenos que se expresan en español en sus casas y en inglés en la calle. De ahí que su producción conserve esa mixtura idiomática.
La suya es una cultura fronteriza subalterna. Es precisamente por ese concepto que este tipo de escritura entró con fuerza a las aulas univervitarias estadounidenses, aquéllas que apuestan por la multidisciplinariedad de los Estudios Culturales y Postcoloniales o del Feminismo.
Pese a que la comunidad lingüística hispana en Estados Unidos alcanza los 30 millones de hablantes, esta inserción académica significó un movimiento pionero que, con el tiempo, se trasladó al sur del Río Grande. Sin embargo, el sello de extranjería siempre iría con ellos.
Citados:
Alma Villanueva
,
Arturo Campa
,
César Chávez
,
David Valenzuela
,
Dorinda Moreno
,
Eusebio Chacón
,
Genaro Calderón
,
Gloria Anzaldua
,
Gloria Velázquez
,
Jorge Bustamente
,
José López
,
Juan Bruce Novoa
,
Juan Hernández
,
Luis Valdés
,
Margarita Villarreal
,
Miguel Méndez Smith
,
Miguel Otero
,
Nicolás Canelos
,
Quinto Sol
,
Rolando Hinojosa
,
Rudolfo Anaya
,
Sandra Cisneros
,
Sylvia González
,
Tomás Rivera
,
Ángela De Hoyos