Cuesta entender que un remezón de 8.3 grados haya hecho caer nada más que tres botellas desde las enormes repisas del bar Catedral, el lugar donde todos quieren estar, el más demandado del barrio Bellas Artes y el con más estilo, si se puede utilizar esa palabra. Es el mismo espacio donde sábado debutará el cantante Juan Pablo Rivera. Cuesta entender también que Rivera haya hecho una historia de dos décadas en la música como bajista eléctrico con estudios en Santiago y Nueva York y que de pronto lo abandonara todo. “Así es. No tengo pensado volver al bajo. Mi presente y mi futuro es cantar”.Rivera es junto a Rodrigo González (en vivo este miércoles en Thelonious) el único cantante (o intérprete en su defecto) masculino de jazz en una escena colmada de señoritas del swing de todas las edades con nombres como Myriam Olivares, Natacha Montory, Nicole...