SANTIAGO.- Verano de 2012. Unión La Calera comienza a hacer el corte de jugadores para la temporada. Varios jóvenes de las inferiores son avisados de que deben dejar el equipo y buscar alternativas en Tercera División.Entre ellos llama la atención una de las promesas del equipo en divisiones menores. Su nombre, Rubén Ignacio Farfán Arancibia. Al atacante se le vino el mundo encima cuando supo la noticia, pero quiso buscar una oportunidad.A más de 200 kilómetros, otros noveles futbolistas inician sus prácticas con hambre de éxito. Uno de ellos, Oscar Salas, quien había jugado en el cuadro cementero, recibe un llamado de uno de sus mejores ex compañeros: Rubén Farfán. Conversan y el delantero se compromete a ir a la escuadra de Sexta Región. Viaja con otros dos cadetes de Calera."Llegó muy tímido, mostró un par de cosas, pero sin deslumbrar. Incluso a mí...