Marilú Ortiz de Rozas Confiesa que está un poco asustado ante esta muestra, Juan Guillermo Tejeda, artista ligado a las letras y al diseño, así como a eventos de gran envergadura, como la exhibición del iceberg en la Expo Sevilla de 1992. En las antípodas del hielo, muchos personajes de estas acuarelas arrojan fuego, o están en candentes escenas de amor, ya sea en un erotismo en pareja o en solitario. Está asustado porque teme a la lectura simplificadora, y porque en él, como en todos, hay un pudor ante el cuerpo humano "que es completamente diferente a la ocultación sistemática de éste, como ha ocurrido en las artes visuales en Chile". Clama que cuando un artista dibuja paisajes, nadie reacciona, "pero si pinta escenas sexuales, de inmediato se afirma que tiene una obsesión, o un problema". No pretende erigirse como reformador o revolucionario, sino entregar, con toda...