Raúl Neira En 1991, Ángel Guillermo Hoyos tenía 28 años y una respetable trayectoria en Argentina, pues había jugado por Banfield, Talleres de Córdoba, Boca Juniors y Gimnasia y Esgrima La Plata.Y Everton, que la temporada anterior se había salvado del descenso en la liguilla de promoción, necesitaba salir de la crisis con una contratación potente. Entonces, apostó sus fichas al volante que -además- registraba un paso por España, en el Real Madrid Castilla."Lo fui a buscar con mi padre al aeropuerto", recuerda Antonio Bloise, ex presidente ruletero. "Tenía el pelo largo, rubio, era delgado. Venía como figura. Yo era chico y lo perseguía, ¡si había estado en Boca! Fue mi ídolo antes de jugar", agrega."Yo estuve a cargo de los contratos, y no era un jugador caro. Apenas llegó, Armando Tobar, que era el técnico, puso objeciones. No era muy asiduo a los argentinos y,...