Por Isabel Plant Todo esto fue antes: antes de Europa, de España y los retratos a los reyes, de triunfar en Nueva York con los cuadros de papeles y envoltorios, antes del amor por Marruecos y los tres palacetes. Antes de vender cuadros por un millón de dólares. Antes de su regreso triunfal a Chile, con esa retrospectiva con récord de visitas en el Bellas Artes en 1994, y antes de la compra de su casa en el Llanquihue, donde se instaló varios veranos. Antes de que Claudio Bravo fuera Claudio Bravo, el realista, el exitoso, el que vivía en Marruecos y no volvió, fue un chileno con infancia de campo.Campo elegante, claro: la historia comienza en Huilco, Melipilla. El padre, Tomás Bravo, un empresario agrícola exitoso, su madre, Laura Camus, una ama de casa y "una santa", según él y la familia; por más que los siete hermanos y los primos Camus corrieran como locos por la...