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Dulce y melancólico (Sweet and Lowdown), la penúltima película de Woody Allen, todavía no llega a Chile. En julio se estrenó en Argentina, y si tenemos suerte y un distribuidor de cine atinado, quizás podamos verla de aquí a final de año. Alta fidelidad (High fidelity), la esperada última cinta con John Cusack, tuvo una destino más triste: los distribuidores finalmente renunciaron a traerla, aunque ya fue exhibida en Argentina. La misma suerte tuvo Una historia sencilla (The straight story), la estupenda última peli de David Lynch. Y American Psycho tiene un futuro igual de incierto: todavía se está estudiando si a este país le interesa verla.
La verdad, uno se cansa de andar esperando que a los distribuidores les tinque traer ciertas películas a Chile, para al final terminar viéndolas en video dos años después. Uno se cansa que nos lleguen polémicas recocidas (como...