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En una semana como hoy, pero de 1973, seis mil personas abandonaron el Estadio Nacional. Debían desocupar el recinto porque el día 21, a las 18:30 horas, Chile enfrentaba teóricamente a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.Era el partido de revancha del 0-0 en Moscú y la disputa por un puesto para el Mundial de Alemania 1974.Los dirigentes ya sabían que no habría viaje de la URSS, pero la junta militar quiso montar un espectáculo. Era difícil decirles que no y era más fácil llevarles el amén.Lo primero, despejar el estadio: cinco mil libres y el resto a Chacabuco.Algunos prisioneros, el 24 de octubre, vieron a la delegación de la FIFA que revisó el estadio para dictaminar si era posible jugar.Los escondieron por camarines y pasillos y les pidieron -es un decir- silencio total. Un sacerdote de los Sagrados Corazones, Enrique Moreno Laval, por rendijas y de lejos,...