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Francisco Otondo
Hace unos quince días, Pedro A., productor de manzanas de la VII Región, llegó a un acuerdo con los trabajadores de su empresa: todos los salarios, empezando por el suyo, serán reducidos. ¿La idea?, evitar medidas más drásticas.
Las últimas semanas han estado movidas entre bancos y papeleo. Tiene que conseguir un préstamo para pagar un crédito que pidió hace dos años para comprar un fundo y aumentar su producción.
El dólar y otros problemas - encarecimiento de la energía, baja competitividad laboral, depreciación de otras monedas, incertidumbre de EE.UU., el pequeño mercado local y las ventajas comparativas de otros países- hacen que Pedro y el resto de los exportadores chilenos pierdan más competitividad que su competencia en el hemisferio sur.
Pedro, que no quiere identificarse para no tener líos con sus clientes, es un ejemplo de productor...