Maite Armendáriz Azcárate La fotografía con el matrimonio de los padres o de la propia boda, debidamente enmarcada, es hasta hoy uno de los objetos que ocupan un destacado lugar en muchos hogares. Y es que para la mayoría, esa imagen que recuerda aquella decisión entrañable de querer quererse para toda la vida es potente en sus historias personales. El arte como fiel testigo y guardián de todo cuanto les acontece a las personas también se ha encargado de esta tradición."Desde la época de los etruscos, siglo IV a.C., encontramos representaciones en terracota de sarcófagos que muestran una pareja unida hasta la eternidad", recuerda la historiadora del arte Batia Cohen. Para esta mujer, nacida en México y hoy profesora en la Universidad Internacional de Florida, hay dos ejemplos importantes de estas obras, uno se resguarda en el Metropolitan Museum en Nueva York y el otro en...