N adie le despintaba los jeans, la polera blanca, la casaquilla azul. Tampoco la gorra que usaba para cubrirse del sol mientras trepaba cerros, hurgaba en la tierra, rastreando restos humanos que esperaban en silencio recuperar su identidad.Patricia Hernández Mellado, la tanatóloga que marcóépoca en el Servicio Médico Legal por fundar la Unidad de Identificación y el laboratorio de ADN, y por trabajar en casos como el del conscripto Pedro Soto Tapia, entre otros, está postrada en una cama. No se mueve ni habla, tiene un tubo metido en la garganta y otro insertado en el estómago: quedó en estado vegetal.La doctora, de 51 años, vivió un impacto emocional que le remeció la vida cuando cuestionaron su trabajo en el llamado Caso del Patio 29 y por el que terminó renunciando a los 18 años de labor en el SML. Había rearmado su vida laboral como médico de familia y estaba...