MAURICIO SILVA ¿Qué hace un bote encallado en un pastizal entre los cerros del valle de Casablanca? Hasta donde se extiende la vista sólo hay maleza, pero el viñatero Fernando Viollier Capelli asegura que hasta hace pocos años el lugar atraía a deportistas náuticos.Una estructura metálica en desuso lo acredita. Es un limnímetro, poste graduado que mide el nivel de agua. Allí el suelo estuvo alguna vez bajo ocho metros de agua, cubierto por el embalse Lo Ovalle. Su nivel decayó progresivamente, y este año se secó.Los tranques Pitama, Perales y Lo Orozco siguieron el mismo camino, víctimas de la década menos lluviosa en 160 años.El valle vive la prosperidad de su vitivinicultura, pero los agricultores ya ven evidencias de una depresión en las napas por la sequía. Voillier, director de la Asociación de Empresarios Vitivinícolas local, advierte que la industria está en...