LA PAZ.- Sensaciones de impotencia y angustia persistían el fin de semana de los mercados de alimentos de Bolivia, la mayoría callejeros, donde la escasez y el alza de precios minoristas contradecían a los ambiciosos planes económicos del presidente Evo Morales.
La inflación, fuertemente influenciada por el precio de los alimentos, se disparó en enero a 1,29 por ciento para acumular un índice anualizado de 8,38 por ciento, casi el doble del 4,5 proyectado para todo el 2011 por el gobierno.
La expresión "crisis alimentaria" se ha adueñado tanto de analistas como de amas de casa, mientras Morales promete un pronto fin al caos y asegura que no es efecto de un fallido reajuste de combustibles en 2010, sino del "cambio climático".
"La verdad es que todo ha subido en el mercado, nadie controla los precios, no sé a dónde vamos a llegar", se quejó Gigi Almendras, un ama de casa que...