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Diana Coya Barrenechea
Se cumplió un año de su partida y todavía es posible revivir el sonido de su risa y su voz al teléfono, entregando generalmente el primer saludo de buenos deseos en cada festividad. Se echan de menos. Como hermana mayor desempeñó muchas veces papeles importantes dentro de la familia, pero el más constante fue el de ser enlace, a través de sus cartas cuando vivió en el extranjero, y aquí, organizando encuentros que mantenían presente el tronco del que todos habíamos surgido. Supo hacer convivir la tradición con la libertad, concepto que inspiró su propia vida.
Su presencia fue notoria en el hogar desde la infancia, donde se encargó de armar el árbol de Pascua todas las navidades y de aportar a la mesa en cada comida diaria su humor original y la agudeza de su inteligencia, ambas condiciones que siempre estuvieron presentes en su conversación,...