Por Andrea Muñoz Hinrichsen, desde Nueva York. Fue Spike Lee quien reveló el secreto. Antes de que el cineasta filmara su primera película, She's Gotta Have It, Fort Greene era conocido por razones que nadie celebraba. La calle Myrtle era la calle "Murder", a las viviendas sociales que se empinaban sobre ésta se las apodaba "La Jungla" y, según las crónicas de la época, en ellas no quedaba casi ningún vidrio intacto.Aun en la época en que Lee filmó su película, en el verano de 1985, Fort Greene era un sitio fotogénico, que además de calles peligrosas tenía un parque con árboles de sombra ancha, avenidas delineadas por plátanos orientales y edificios marrones de piedra caliza de no más de cuatro pisos de altura, conocidos como brownstones, que hasta los años veinte albergaron a lo más granado de la sociedad brooklinense.Pero la película no sólo dejó claro que...