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LEONARDO NÚÑEZ y CARMEN RODRÍGUEZ
La primera regla de un partido de fútbol callejero es que no hay reglas; la segunda, hay que aprender a silbar. Si una micro pasa por la cancha, la única forma de que no reviente la pelota es avisándole al chofer que frene. Y eso es lo que hacen a coro algunos de los cerca de 50 jóvenes del equipo Chigol, de la población El Montijo de Cerro Navia.
Eso es parte de la preparación de estos jóvenes, que juegan con las mismas ganas en la calle, las veredas o en plazas abandonadas llenas de piedras. Ocho de ellos representarán a Chile en el Primer Festival Mundial de Fútbol Callejero, que se jugará en una plaza de Berlín de forma paralela a la Copa del Mundo, la primera semana de julio.
La expectación es grande entre los jugadores. "Aún no puedo creer que por jugar en la calle, tengamos el derecho de ir a un mundial en Alemania. De algo...