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"Óscar+Padró"

Oro y verde

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Oro y verde ANTONIO MARTÍNEZ Hace un tiempo, en mitad de la población Gómez Carreño, por los cerros de Viña del Mar, la Asociación de ex Jugadores Profesionales de Everton inauguró su sede y el presidente Erasmo Zúñiga hizo uso de la palabra.Lateral derecho, campeón en 1976, alguna vez estuvo en Santiago Wanderers, cuando el equipo verde estaba en Segunda División y fue año trágico por un suceso en el río Perquilauquén. Iban en bus a jugar con Malleco Unido y se detuvieron a la vera del caudal, bajo el puente y el sauce. Nadie se descuidó, excepto uno: Víctor Bórquez.Era de Puerto Natales y estaba en Wanderers, aunque primero llegó a Everton en 1977, y en enero de 1982, por culpa del destino negro, resbaló sobre piedras, seguro cayó mal y de un minuto para otro se fue del mundo y se ahogó.El estadio Municipal de Puerto Natales se llama Víctor Bórquez, por un jugador que en...

Ninguno como él

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Ninguno como él Andrés González y Paulina Guzmán "Pelé era Pelé y Maradona uno y basta. Di Stéfano, un pozo de picardía. Honor y gloria a quienes hicieron brillar el sol de nuestro fútbol de cada día. Todos tienen sus méritos; a cada quien lo suyo, pero para mí ninguno como Kubala...". Fanático de Barcelona, Joan Manuel Serrat no pudo describir mejor, en su canción-homenaje al delantero húngaro, lo que es tener un ídolo futbolístico. Conversación permanente del café futbolero, no es fácil llegar a un solo nombre. Por estos días, y tras el retiro de Marcelo Salas, bien lo saben en la U. Con su alejamiento de las canchas, el "Matador" se unió al firmamento histórico, y la pregunta cae inevitable: ¿Salas o Leonel Sánchez? ¿O Carlos Campos? ¿U otro? ¿Quién es el ídolo mayor de la historia azul? Jaime Roa, ginecólogo obstetra de la Clínica Dávila, no se pierde partido de...

La vida íntima de las selecciones en 1962

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La vida íntima de las selecciones en 1962 Cristián Mora Laciana Cada localidad que albergó a algún equipo mundialista en 1962 guarda esa experiencia como un tesoro. Aunque dentro de ellas hubo una que sacó el premiado: Quilpué alojó al campeón del mundo, Brasil. El Hotel Villa Retiro vio desfilar día a día a Pelé, Garrincha, Didí y compañía. "Los hinchas se quedaban horas afuera", recuerda Óscar Padró, integrante de la Comisión Organizadora de la sede viñamarina, quien recuerda que el equipo fue acompañado por unos 300 brasileños.Cuando el Scratch debía salir del hotel, Pelé siempre era el primero. Era cábala. Tal como el color de la ropa de entrenamiento: podía ser negra, azul o blanca, pero nunca amarilla, reservada exclusivamente para los partidos.Rodolfo Leal, ex jugador de Everton, fue llamado por los brasileños para entrenar con ellos en una oportunidad. Y también participó del duelo que, en...
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