¿Era otra cosa? Era, sin duda.La Copa Libertadores ya no es esa empresa imposible de otros tiempos, esa montaña abordable sólo a punta de hazañas. Es cierto que por acá se sigue entendiendo así, pero no es verdad. Basta mirar un poco para atrás y hacer algunas comparaciones odiosas.Para salir campeón en 1991, por ejemplo, Colo Colo tuvo que ganarle una semifinal de pelos a un Boca Juniors donde jugaba Gabriel Batistuta, el mayor goleador de la historia de la selección argentina. Puestos a calibrar, si Vélez, por ejemplo, llega a la final este año, tendrá que superar a un Peñarol donde el 9 es Juan Manuel Olivera. Nada contra el "Palote", por el contrario, pero no hay punto de comparación.El último finalista chileno en la Copa, la UC de Ignacio Prieto, se topó en 1993 con un Sao Paulo que tenía a Raí, Cafú, Müller y Zetti, todos miembros de la selección brasileña...