Por Ruperto de Nola, desde Medellín, Colombia. -¡Eli, mi vida, tenemos hambre, Eli, mi Heliconia!Es el grito implorante de Julián Estrada que se oye, en esta tarde de inmensas nubes y profundos verdes, en su restorán Queareparaenamorarte. Y Elisa, su mujer, esbelta y graciosa como una heliconia, esa "ave del paraíso" que destaca entre las flores de este verdadero jardín que es Antioquia, empieza a enviarnos, uno tras otro, platos con viandas y más viandas "paisas" y de otras regiones: empanaditas de obispo, cachacas y arrieras; arepas de chócolo (nuestro choclo) con quesito (que así llaman al queso fresco, trabajado con las manos y aliñado con sal); varios tipos de chorizo, unos más ahumados, otros más picantitos, hechos por los campesinos de los alrededores, que proveen con frecuencia al restorán haciendo que éste sea, en verdad, como debiera ser todo restorán, el...